Comite Allende-Cavani

Justicia y Nueva Palmira - Barrio La comercial - Montevideo - Uruguay

Horario: Lunes, Miercoles y Viernes de 19 hs. en adelante.
Miércoles: 19 horas reunión del Plenario de Adherentes.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Walter Hugo Cavani Ruggiero




Walter Hugo Cavani Ruggiero nace en Montevideo el 5 de Marzo de 1948 y fallece el 9 de Octubre de 1988, con cuarenta años cumplidos y una vida dedicada a la militancia desde muy joven. Era oriundo de Villa Dolores, de Navarra y Talcahuano, de la rotonda del ombú en Ramón Anador y Rossell y Rius.

Cursó estudios en el Instituto Dámaso Antonio Larrañaga que abandonó tempranamente para ingresar como cadete a la empresa Pablo Ferrando, óptica y comercio de fotografía, ubicada en la calle Sarandí y Bacacay.

En la empresa mencionada adquirió los conocimientos de Optico Técnico y luego de rendir examen de aptitud, se graduó como tal con el aval del Ministerio de Salud Pública. Se casó siendo muy joven con María del Carmen López con quien tuvo dos hijos, Pablo y Nadia.


Simpatizante del Partido Comunista, durante los años setenta solía vérselo con el diario «El Popular» y «Marcha» bajo el brazo, interesándose con afecto y dedicación por la suerte de la humanidad doliente, que padecía algun tipo de injusticia.

De la mañana a la noche era solicitado por pares y amigos en relación a diversas dificultades y propósitos de la militancia. Tenía una ascendiente natural sobre sus compañeros, siempre sonriente y dicharachero, y además hincha de Peñarol.


Sensible a las problemáticas sociales de su tiempo, se inclinó permanentemente por la actividad gremial y sindical, al punto que ya en la madurez del oficio, junto a otros ópticos del medio, funda el sindicato de la profesión. Siempre se mantuvo fiel a su ideal proletario sin aceptar jugosos ofrecimientos económicos que le hubieran permitido ejercer la profesión como patrón.

El compromiso con la suerte de sus vecinos lo hizo acompañar la reinserción de los militantes liberados y llegados a La Comercial luego de la apertura democrática de 1985. Así lo recuerdan los veteranos de hoy en la reuniones semanales donde se exhibe una semblanza de Hugo Cavani en la cartelera.

En la sede de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio e Industria (FUECI), puede apreciarse la placa recordatoria de ese acontecimiento con el nombre grabado de Hugo.

El Comité que hoy lleva su nombre y comparte con el de Salvador Allende, se creó por impulso de Hugo Cavani y de otros militantes en 1984.

En las primeras épocas no tenía sede fija por lo cual rotaba para las reuniones por las casas de

familia de los integrantes. La primera sede permanente estuvo ubicada en el local comercial actual, en Nueva Palmira y Justicia, cedida por Antonio en aquél lejano entonces, vecino del barrio, y que hubo que reacondicionar luego de muchos años de abandono y tugurización.

Esta breve noticia biográfica de uno de los fundadores del Comité Allende-Cavani intenta salvar una laguna en el historial de las personas concretas que hicieron posible el triunfo del FA, en primera vuelta, en 2004. Con esa victoria contundente quedó planteada la necesidad de los militantes de hoy de trabajar y elaborar en favor de la difusión del recuerdo y la consecuente construcción de la memoria.

Cavani fallece en 1988 como consecuencia de la enfermedad que el propio gobierno que él llevó al triunfo con su entrega, se ha encargado de poner en primer plano, el tabaquismo, como enemigo de la salud pública. Paradoja de su vida que no sería cierta como causa exclusiva del repentino quebarantamiento de salud, si no mencionáramos el exceso de trabajo y militancia, para la que se convertiría un año después, en la primera victoria electoral del FA, que no llegó a ver. El año 1989 inaugura el gobierno municipal del Frente amplio sin la presencia de Hugo entre nosotros, pero perviviendo su nombre y recuerdo en nuestro Comité.

Pero además con el fallecimiento de Hugo Cavani, tan tempranamente, la historia no termina, antes bien continúa a través de la esposa María del Carmen López que queda sola con dos niños y cuyo mantenimiento debe asegurar. Merced a la denodada tarea de madre, apoyada por compañeros y militantes logra sobreponerse al marasmo y encaminar a aquellos niños, hoy ya devenidos hombre y mujer adultos.

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