Comite Allende-Cavani

Justicia y Nueva Palmira - Barrio La comercial - Montevideo - Uruguay

Horario: Lunes, Miercoles y Viernes de 19 hs. en adelante.
Miércoles: 19 horas reunión del Plenario de Adherentes.

jueves, 14 de octubre de 2010

Comité Mandela – Ciudad Vieja – Coordinadora A / Aporte—Autocrítica

Comité Mandela - Ciudad Vieja – Coordinadora A

Discusión de balance y perspectivas de Frente Amplio

Introducción:

El presente documento intenta resumir los conceptos vertidos en las jornadas de análisis sobre la realidad del Frente Amplio y la relación con nuestro Gobierno. El mismo es sólo un pequeño aporte al debate iniciado y tiene las limitaciones y riquezas del debate colectivo. Como resumen de largas jornada de debate, puede contener simplificaciones y omisiones, pero es un intento de acercar a los demás compañeros las opiniones y análisis vertidos de forma ordenada

Validez del FA, coalición y movimiento.

Remarcamos la validez del Frente Amplio como herramienta para transformar la realidad de nuestra sociedad, no solo por sus objetivos, sino también en su conjunción de coalición y movimiento.

  • Los objetivos que dieron nacimiento al Frente Amplio siguen estando vigentes (adecuados a la nueva época), temas como la injusta distribución de la riqueza, la explotación de los trabajadores, el problema del acceso a vivienda y a la salud, la falta de condiciones dignas de vida de parte importante de la población, la existencia de la banca especulativa, etc, siguen siendo temas a solucionar y son objetivos de una fuerza política de izquierda como la nuestra.
  • La coalición y movimiento, es un binomio imprescindible en nuestra estructuración política basada en la unidad en la diversidad. Es importante atender la vitalidad del movimiento para no perder la riqueza del Frente Amplio. El movimiento representa el espíritu frenteamplista, la inserción del frente y su movimiento en masa es imprescindible para mantenernos vitales como una fuerza de cambio y contribuir desde el pueblo a la crítica constructiva.
  • La estructura orgánica del frente y en particular los comités de base tiene sus problemas, pero no por ello dejan de ser válidos. Entendemos que no es un problema del tipo de estructura, sino que los inconvenientes se ubican en su funcionamiento.

Las diferencias ideológicas en el Frente siempre existieron y van a existir, fue una premisa del principio básico del Frente Amplio, la unidad en la diversidad. El tema es siempre, cómo hacer para que las diferencias ideológicas no nos quiebren y nos permitan avanzar. El camino es generar ámbitos en los cuales se pueda discutir con las diferentes posiciones y generar acuerdos para que la fuerza política pueda avanzar en base a esos objetivos comunes acordados. Los ámbitos de participación y decisión permiten a todos expresarse y participar de las dediciones, de forma de sentir como propio el acuerdo alcanzado.

Esos ámbitos ya están creados, son los comités y el resto de la estructura frenteamplista. El problema es que la estructura no funciona, no se actúa de acuerdo a lo resuelto y se trabaja por afuera. Hay que dotar de recursos, trabajar para que los frenteamplistas participen y comprometer a los sectores para que asuman el compromiso de participar y respetar la estructura.

Cabría preguntarse, que sí esta estructura no es funcional al desarrollo del Frente Amplio, ¿cuál sería la opción a esta estructura?. Si nos planteamos que creemos en la participación de la gente, es claro que deben existir ámbitos para poder participar e incidir en la toma de decisiones, con base territorial o funcional, a partir de los cuales se creen órganos intermedios que coadyuven en la centralización y síntesis de las posturas y decisiones de los órganos de base. Todo esto ya existe, el problema es que no funciona, y lo más preocupante es que estamos asistiendo al quebrantamiento de acuerdos básicos del funcionamiento del Frente. Es natural que no podamos coincidir y tengamos divergencias en distintos temas, el problema es cuando ni siquiera compartimos las formas y procedimientos básicos de la organización política. Si no entendemos de la necesidad de ámbitos en los cuales podamos todos participar, explicitar las discusiones para luego avanzar en acuerdo y síntesis, estamos complicados. Tanto, la no participación y el cuestionamiento de los órganos del frente por parte de distintos sectores, como el uso de organizaciones sociales para canalizar temas ya resueltos en la Fuerza Política[1], han atentado contra la salud de la orgánica.

Los problemas de funcionamiento también tienen que ver con una lógica inoperante del funcionamiento de la estructura, por la cual se baja la información cuando las decisiones ya fueron tomadas en órganos superiores o fuera de la orgánica, los organismos de base discutimos acontecimientos que ya pasaron, pasando informes y deliberando sobre temas que ya están definidos.

Debemos revitalizar la participación en los Comités de Base, no tenemos que quedarnos en la queja y solicitar espacios, hay que ganarnos el lugar, sumar gente, hacer actividades para atraer al vecino y que vinculen al comité con el barrio, exigir que nos tomen en cuenta, en el fondo esto es un tema de correlación de fuerzas.

La autocritica tiene que hacerse también desde y hacia el comité, nosotros los que participamos de las bases tenemos que dejar de hacer diagnósticos y criticar, tenemos que empezar a estudiar los temas que nos preocupan, proponer y exigir en forma seria y organizada.

Respecto a este punto, validez del FA, coalición y movimiento, marcamos coincidencia con diagnostico y análisis del documento resultante Encuentro de Comité de Base, “Maestro y Profesor Miguel González”..

Relacionamiento de nuestro Gobierno con el FA, trabajadores y organizaciones sociales.

Planteo General:

El Frente Amplio es la herramienta política de la unidad del movimiento popular, eso no quiere decir coincidencia de roles.

El Frente debe reconocerse como parte del movimiento popular y no perder contacto con el pueblo, para ser una fuerza transformadora que gobierne para cambiar la ecuación de poder y que se proponga quitarle poder a la clase dominante.

El Frente Amplio, el Gobierno y las fuerzas sociales son 3 vértices de un triángulo, el cual debe funcionar en un relacionamiento fluido de ida y vuelta, donde cada parte se reconoce diferente, pero parte del mismo cuerpo y compartiendo objetivos generales.

Relacionamiento Gobierno, trabajadores y organizaciones sociales:

Respecto al relacionamiento con los trabajadores y las organizaciones sociales fue bueno, se produjo un cambio histórico respecto a los gobiernos anteriores, los cuales representaba directa o indirectamente a los intereses de las clases dominantes, puso en los lugares de toma de decisiones a personas que mayoritariamente no representan esos intereses y estableció ámbitos de negociación, poniendo en pie de igualdad a los trabajadores con la patronal, dando un marco institucional y de garantías que colabora y dan perspectivas a la organización sindical.

La ley de libertades sindicales, el establecimiento de los Consejos de Salarios fueron avances importantes, pero deben tomarse esto como una base, un mínimo necesario para seguir avanzando.

El PIT CNT fue un jugador importante en este primero gobierno, el cual sin dejar de ser aliado del Gobierno, no ha perdido si capacidad reivindicativa demostrando una madurez política para el momento histórico, muchas veces ha marcado posiciones esclarecedoras. Un punto alto en este sentido fue la lucidez que tuvo para enfrentar el Look Out patronal de los transportistas.

Es necesario a si mismo hacer la crítica respecto a la existencia de reclamos que lejos de partir de una visión del mundo, son basados en reivindicaciones corporativas.

Los sectores del frente también operan dentro de los sindicatos alimentando reivindicaciones corporativas como forma de ganar espacios, enfrentándose frenteamplistas con frenteamplistas por la dirección de las mismas. ¿Por qué no proyectar las organizaciones por los frenteamplistas en su conjunto?. Y en este sentido también, ¿Por qué no pensar en los comité de base funcionales, que permitan que se organicen los frenteamplistas donde están, no que la gente venga al comité sino que el comité esté donde está la vida?.

El relacionamiento con FUCVAN no fue la mejor, surgieron varios problemas, hasta hubo una denuncia efectuada de los pasantes del MIDES contra ellos.

Relacionamiento Gobierno, Fuerza Política.

Es lógico que existan tiempos distintos entre Fuerza Política y Gobierno, tiene que existir determinada independencia, pero no por ello el Gobierno deja de ser parte de lo mismo, debiendo existir diálogo y consulta en los grandes temas entre Fuerza Política y Gobierno. El gran problema es que este relacionamiento nunca existió, una señal más que clara de ello fue que la Agrupación Nacional de Gobierno, aprobada por el Congreso para este cometido, nunca funcionó.

Una vez que se llegó al gobierno hubo un desconocimiento de la fuerza política, se desestimo y menoscabó a la Base Frenteamplista. Los temas llegaban a los organismos del Frente luego de ya haber sido aprobados por el ejecutivo o el parlamento, no hubo ni una sola participación de la fuerza política en los temas importantes.

Se nombró un Consejo de Ministros que función como mesa política, ajeando todas las decisiones de todos los órganos del frente. Ni si quiera temas claramente urticantes para la sensibilidad frenteamplista, fueron tema de consulta a la fuerza política, esto sumado a la emigración de cuadros de la fuerza política al gobierno, le quitó vitalidad a la estructura ya envejecida

El programa es el acuerdo general de la Fuerza Política para la etapa, el apego al mismo es esencial, el problema es que este es una avenida amplia por la cual se puede transitar por varias sendas sin salirse de sus límites, pero necesita de la discusión política para que esa avenida se concrete en temas particulares y generales importantes. ¿Quién debe procesar esa discusión política?, ¿el Gobierno, que debería atender temas administrativos, de ejecución y gestión?. Es la fuerza política quién naturalmente debe procesar estos temas, no para necesariamente cambiar lo que se está haciendo sino como forma de tener un ámbito para poder canalizar la discusión.

Es de notar asimismo que el movimiento quedó inmovilizado y no cumplió el rol de controlar la aplicación del programa. El gobierno desmovilizó a la fuerza política, pero el Frente Amplio tampoco hizo nada para salir de la paralización, ni siquiera aprovecho instancias claras en las cuales era necesario convocar a la de movilización como el Look Out patronal, faltó dirección política.

Un tema que por reiterado no deja de ser importante es la falta de contacto de los compañeros con cargos políticos de Gobierno a nivel nacional o departamental con los órganos de base y demás órganos del frente, “no se dan ni una vuelta por el comité ni por error”.

Balance del Gobierno Nacional.

Marco general para el análisis:

  • Tenemos que partir de la base de entender que estamos dentro del Modo de Producción Capitalista, el cual implica un determinado nivel de las fuerzas productivas y un tipo de relaciones de producción, para la reproducción social. El Uruguay dentro de sistema capitalista se ubica, como país de la periferia con una economía dependiente y productora de materias primas. Somos dependientes, no hacemos lo que queremos y si seguimos actuando en el marco de esta dependencia seguiremos implementando las recetas que nos imponen. Querer salir de esa relación de dependencia implica liberarnos, romper con los lazos de dependencia, es decir un proyecto transformador anti oligárquico y anti imperialista que conlleve una transformación de la sociedad. Todavía seguimos luchando por una verdadera independencia.
  • Bajo el sistema capitalista se produce socialmente para apropiarse en forma particular. El PIB ha crecido pero la masa salarial ha crecido en menos medida, es decir la explotación en términos relativos aumentó en estos 5 años.
  • Gobernar implica en esencia administrar el conflicto entre capital y trabajo, es decir tomar medidas que afecten esta tensión para un lado o para el otro.

Balance del Gobierno:

Todos estamos de acuerdo en que el gobierno del Frente fue el mejor gobierno de los últimos 50 años de la historia del Uruguay. Fue una prueba para la izquierda que lo salvo con una buena gestión, teníamos que demostrar que éramos capaces de gobernar contra todos los pronósticos fatalistas

Breves comentarios respecto a los saldos positivos:

  • Generó oportunidades para la organización sindical de los trabajadores. La Ley de Libertades Sindicales y los Consejos de Salarios sirvieron de impulso para la sindicalización, duplicando el nivel de afiliación y aumentando el número de sindicatos.
  • Hubo suba de salarios, pasividades y del nivel de empleo, nunca antes vistos.
  • El IRPF introdujo una nueva lógica impositiva: “que pague más el que tiene más”.
    • El FONASA incorporo centenares de miles de trabajadores y sus familiares a la atención de la salud.
    • La buena gestión de MIDES en la asistencia a la emergencia social.
    • Hubo una ruptura con las políticas neoliberales de la décadas del noventa. Sus medidas iban dirigidas hacia la desregulación del mercado laboral, la salida del estado de la esfera de los servicios y la producción, dejando todo al libre mercado, alejando la intervención del Estado de la Salud y la Educación y apostando a las privatizaciones en forma indiscriminada. En todos estos aspectos el Gobierno actuó en línea opuesta a estos postulados, aumento el presupuesto y la intervención del Estado en la Salud y la Educación, incremento la regulación laboral, aumento la intervención del Estado en la economía.
      • Incremento, redirección y control de contrapartidas en las asignaciones familiares.
      • Mejora del presupuesto para la Educación.
      • El plan Ceibal.
      • Alur, que fue lo mejor que le paso a Bella Unión.
      • Avance notable en temas de verdad, justicia y DDHH.

Saldos negativos y temas pendientes:

  • Hubo ámbitos que se generaron en búsqueda de participación pero luego fuero desatendidos, como fue el caso de con Congreso de la Educación y la consecuente Ley de Educación.
  • Hubo intentos de control de precios, pero que no lograron concretarse a pesar del impulso político de generar acuerdos al respecto con los empresarios. Se actuó en términos generales bajo la lógica del libre mercado.
  • Se actuó al borde del programa en ciertas ocasiones, el ejemplo más claro fue el TIFA que casi desemboca en un TLC.
  • No se detuvo la extranjerización de la tierra y de la producción. Un ejemplo claro de esto último es el caso de los Frigoríficos.
  • El MIDES cumplió un rol importante, pero ahora tenemos el tema pendiente de la inserción real de toda esa gente en el mercado formar de trabajo.
  • Como gran debe y saldo negativo hay que mencionar que no se achicó la brecha entre ricos y pobres, y que lejos de ello se aumento, a pesar del incremento de los salarios y del PIB. Creció la torta pero los trabajadores se llevan un pedazo más chico.
  • Queda una gran interrogante sobre el “País Productivo”, no se avanzó mucho al margen de lo que se hizo con el Proyecto Sucro-alcolero, si apelamos sólo a la inversión directa extranjera estamos en problemas, vienen, explotan nuestros recursos y se van. Tenemos que apostar a la producción nacional que agregue mayor valor agregado a lo que exportamos. El estado tiene que intervenir con recursos propios, tiene que jugar un papel activo para el desarrollo del País Productivo.
  • Por otro lado han avanzado los agujeros oscuros de las Zonas Francas.
  • Otro tema pendiente al que hay que hincarle el diente fuertemente es a la problemática de la vivienda que afecta a muchos uruguayos.
  • La cuotificación política ha sido un error, se suponía que iban a estar los mejores frenteamplistas para cubrir los cargos. En este sentido es de notar que los ministerios que mejor funcionaron fue donde hubo participación amplia de frenteamplistas de diversos sectores, como fue el caso del MIDES.

Gran debe, la construcción del elemento subjetivo.

Lo que ha fallado en estos años de gobierno es la elevación del carácter subjetivo en la población en función de objetivos mayores. El Gobierno ha tenido un perfil de una izquierda gestionadora y se enfrenta a la visión resultadista del electorado, en este sentido si la gestión es buena la gente nos apoya pero si la gestión es mala tenemos riesgos de perder el gobierno.

El frente Amplio tomo el gobierno y mando a la gente para la casa. Es imprescindible que la gente se apropie del gobierno y lo defienda, sino dependemos del resultado de la gestión que no siempre puede ser buena, inclusive factores externos pueden afectarla.

Es imprescindible trabajar en este aspecto, sólo la reproducción de nuestras ideas en el pueblo es lo que en el largo plazo nos va a permitir avanzar en la profundización de nuestro proyecto.

Bajo esta lógica gestinadora el Gobierno desmovilizó a la fuerza política, pero el Frente Amplio tampoco trabajó en este sentido, no supo aprovechar instancias en las que era necesario convocar a la movilización, como el Look Out patronal o el intento de TLC. Era necesario convocar a la gente a participar y tensar las fuerzas sociales en estos temas que nos permiten acumular políticamente. El manejo de la tensión política, nos permite explicitar la lucha de interese, movilizar a las masas y educar políticamente generando conciencia de la lucha de clases, acumulando hacia el bloque de poder alternativo.

El Gobierno gubernametalizó todo, no hubo ni una acción en la cual se convocara a la gente a participar y apropiarse de la tarea, un ejemplo claro de esto fue el Panes. Cuando el Frente ganó las elecciones muchas personas estaban esperando la convocatoria a participar, y una instancia para ello era el Panes. Claro está que la participación de la gente complejizaba la gestión y la eficiencia del plan, por lo tanto se gestionó el Panes con personas calificadas y organizaciones sociales, esto garantizó la eficacia y el éxito de las políticas sociales de MIDES, pero nos perdimos la oportunidad de comprometer la participación de la gente con una acción del Gobierno. Hay que mencionar en este punto, que hubo una traba legal que no permitió la participación, pues no se creó una Ley de Voluntariado que diera un marco legal al respecto.

Otro aspecto vinculado también a la construcción de la subjetividad desde el Gobierno, es la inclusión de integrantes de los Partidos Tradicionales dentro de las Empresas públicas y los organismos del Estado en el nuevo Gobierno del Frente, creemos que con este paso se contribuye a desdibujar la identidad del Gobierno, pues se incorporan personas que representan intereses contrapuestos a los que el Frente debe representar, contribuyendo a rebajar la explicitación publica de la lucha de intereses y alimentar la visión destructiva hacia la política de que “todos los políticos son lo mismo”; además de las consecuencias práctica que implicará tener que atender a la oposición en la toma de decisiones de gobierno.

Los dirigentes tienen su responsabilidad, hay un deterioro ideológico y de la ética del ejemplo que también destruye la subjetividad, si nuestros compañeros dirigentes con exposición pública no dan el ejemplo de lo que significa ser un político de izquierda, y seguimos alentando el concepto de que todos los políticos son lo mismo, le hacemos un gran favor a los partidos tradicionales. Un ejemplo patente del poco compromiso de nuestros compañeros, es que muchos ni siquiera aportan su cuota al Frente por sus cargos en el Gobierno.

Los dirigentes frecuentemente dan mensajes desalentadores que afectan la moral y la sensibilidad del frenteamplista, rompiendo preceptos básicos de nuestra identidad, ejemplos de esto sobraron en las elecciones internas. Un síntoma patente al respecto, fue el planteo de nuestro Presidente en relación a la liberación de los militares y civiles presos por violaciones de los derechos humanos en la dictadura. Este tipo de cosas conspira fuertemente con el entusiasmo de la masa frenteamplista y con la confianza de nuestro pueblo.

Todo esto anterior, esta obviamente vinculado a una situación mundial teñida por una ideología dominante ante la cual no aparece una contrahegemonía, llegando a influenciar inclusive a muchos de nuestros compañeros que entienden que la realidad está dada, “es lo que hay y chau”.

Es claro que existe un doble juego de las correlaciones de fuerza en términos ideológicos, a nivel general en la lucha contra la ideología dominante, y también dentro de nuestra fuerza política. En el Frente Amplio, los sectores que dentro del Frente tiene posiciones tendientes a enfoques más tradicionales de la izquierda tiene menos peso político y esto tiene que ver también con lo que está pasando.

A pesar de la situación adversa en la que está el frente y el deterioro ideológico, no hay que ahogarse en esta situación, la tarea es difícil pero nunca el frente tuvo tanta posibilidades como ahora.

No hay que contraponer amplitud a profundidad, justamente lo contrario, dentro de la amplitud hay que profundizar con debates políticos, ideológicos y económicos reivindicativos, esté últimos en particular son importantísimos porque explicitan las contradicciones de la sociedad.

Hay que abordar a las masas, al pueblo en general, y en lo particular a nuestros compañeros del barrio, hay que salir a visitar compañeros y convocarlos para sumar gente al comité y a estas preocupaciones.

Hay que apostar a la educación, el conocimiento es poder, si la gente no sabe la llevan de las narices, la educación es un elemento imprescindible para el cambio.

Es importante también la política de comunicación y medios. La derecha maneja los medios de comunicación en forma alarmista, manejan la opinión pública y nos obliga combatir sistemáticamente las mentiras a las que someten a la población. Hoy por hoy los medios de comunicación son el principal mecanismo de reproducción del sentido común dominante.

Sabemos que hay sectores que se siguen beneficiando del desempeño de la economía y no son los trabajadores. Nosotros tenemos que apretar al gobierno para que cambie el rumbo en este sentido, para dar señales para que la gente vuelva a creer en el frente.

El frente está sumergido en una crisis ideológica, necesitamos que existan cursos de formación para los jóvenes.

Hay divorcio de la izquierda con la cultura y la intelectualidad en términos militantes. El frente tuvo una estrategia clara de vincularse a las capas medias, la intelectualidad y la cultura, hoy esa alianza para esta débil.


[1] Es importante señalar que sobre este punto no hubo acuerdo. La inclusión de este concepto fue argumentado por compañeros que tomaron como ejemplo, lo que a su manera de ver, ocurrido en el proceso de intento de anulación de la Ley de caducidad. Según dichos compañeros, a pesar de que fuera doloroso, el Frente había definido no promover la anulación, pero algunos sectores igualmente impulsaron la anulación de la ley a través de las organizaciones sociales, lo cual presionó finalmente al Frente Amplio a plegarse.

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