PRESIDENCIA DEL FRENTE AMPLIO

PROPUESTA

El pasado 9 de mayo culminó la última etapa del proceso electoral uruguayo, que tuviera sus comienzos con las elecciones internas de los partidos, en junio de 2009.

En el Frente Amplio este camino comenzó antes, en su V Congreso Extraordinario, “cro. Zelmar Michelini” realizado los días 13 y 14 de diciembre de 2008, donde se aprobaran las bases programáticas y las precandidaturas a la Presidencia de la República.

Corresponde pues, y es necesario, abordar un análisis serio, franco, autocrítico, con el mayor rigor político posible, de un período cargado de aciertos, avances y éxitos pero también de errores y retrocesos políticos y electorales. Este intercambio deberá enmarcarse en un clima de respeto y tolerancia que garantice la mejor síntesis unitaria.

Más aun, este análisis no puede realizarse sin considerar la nueva realidad, política emergente en octubre de 2004, cuando el Frente Amplio por primera vez triunfara en las elecciones nacionales y el resultado de las elecciones departamentales de mayo de 2005 cuando nuestra fuerza política resultara ganadora en ocho departamentos.

Será necesario entonces abordar en toda su complejidad un riquísimo período caracterizado por el acceso del Frente Amplio al Gobierno Nacional después de 170 años de gobiernos del Partido Colorado y del Partido Nacional, con el desafío de comenzar a cambiar la situación, cada vez más angustiante, de la mayoría de los uruguayos.

Se han cumplido 5 años de esta primera gestión de gobierno y más allá del resultado de las recientes elecciones nacionales, donde la población ratificó su confianza en el programa de cambios que se aplicó, corresponde que la Dirección de nuestra fuerza política en primer lugar, la llamada “estructura” y los frenteamplistas en general, encaren un análisis que identifique las principales virtudes así como las dificultades que se presentaron en el período. Del mismo modo corresponde hacerlo con los gobiernos departamentales

Deberemos abstraemos del análisis simple y fácil que nos lleva a pensar que cuando se triunfa todo se hizo bien y que cuando se presentan problemas todo fue producto de una sucesión de errores. El resultado es sin duda importante, pero no puede ocultar el trabajo realizado durante todo el período previo, sea por quienes tuvieron la tarea de la gestión así como por la fuerza política, tanto en aquellas cosas que debemos destacar como positivas así como las que debemos considerar para su rectificación, por inconvenientes o desacertadas.

Deberemos también incorporar a esta discusión, la estrategia llevada adelante por la oposición para recuperar el gobierno nacional y particularmente los gobiernos departamentales, su adaptación a las nuevas reglas electorales incluyendo la reciente implementación de la Ley de Descentralización y sus consecuencias.

El Frente Amplio, en tanto fuerza política responsable, tiene la obligación de efectuar este análisis, se lo debe a si mismo, a los compañeros que ejercieron tareas de gobierno ejecutivo o legislativo, a sus militantes, pero por sobre todo al pueblo frenteamplista.

El Frente ha crecido sistemáticamente en los últimos años y una lectura correcta de los resultados electorales, no sólo en los números finales, nos permite afirmar que estamos todos, que nadie se ha ido, pero que la realidad nos exige abrir más nuestra cabeza, escuchar más y, fundamentalmente, encontrar respuestas y propuestas innovadoras, ajustadas a las nuevas realidades. Es justo que seamos cada vez más exigentes con nuestros gobiernos y con nuestra propia estructura (particularmente con su Dirección política), en su funcionamiento, en su capacidad de comunicación y de apertura a la participación de más compañeros.

Debemos encontrar los caminos que nos permitan conservar y desarrollar esa formidable herramienta que fueron y deben seguir siendo las organizaciones de base, pero la premisa para que esto suceda será una mirada serena, analítica, autocrítica de su estado actual. Con todas sus limitaciones, estas organizaciones de base jugaron un papel muy importante en los éxitos alcanzados en los últimos años, desconocer esto sería tan necio como afirmar que está todo bien y que no es necesario cambiar nada.

Hoy se consolidan nuevas formas de participación, también valiosas, que buscan aportar desde otros lugares, con metodologías distintas pero como frenteamplistas que, además, quieren ser escuchados.

No debemos buscar contradicciones donde no existen, sino encontrar la forma para su mejor complementariedad y la búsqueda de una práctica política coordinada y enriquecida, con unidad de acción. En el acuerdo o en el disenso, sólo seremos capaces de lograr lo anterior si somos parte del proceso de elaboración y no meros receptores de decisiones tomadas sin nuestro aporte.

El inicio de este debate ha sido reclamado por muchos compañeros e incluso por organizaciones frenteamplistas. El Presidente del Frente Amplio, cro. Jorge Brovetto, en sus reciente discurso de conmemoración del primer acto público del FA del 26 de marzo de 1971, convocó públicamente al mismo, exhortando a todos los frenteamplistas a participar en él.

Corresponde entonces proceder a su instrumentación estableciendo los criterios más generales para garantizar una conclusión del mismo que nos permita seguir avanzando, afirmando valores, incorporando más ideas y más compañeros, estudiando los errores cometidos para poder corregirlos, en síntesis, para ser fieles con la concepción de una auténtica fuerza de izquierda que no siente temor sino que se fortalece en este tipo de instancias.

No puede ser una discusión paralizante, interminable ni desordenada, abordará un período determinado y tendrá una fecha de inicio y culminación.

La vida no se detendrá a esperar el resultado de nuestras deliberaciones, nuestro gobierno nacional y los departamentales tienen ante sí la inmensa responsabilidad de gobernar y seguir profundizando los cambios, de seguir dando respuesta a las muchas necesidades que todavía tienen los uruguayos. El FA también debe seguir en el análisis y acción que la vida política de todos los días exige.

Se fijará un calendario para la discusión a lo largo y ancho de toda la estructura

Para que se cumpla con lo enunciado anteriormente, deberán buscarse los ámbitos de participación orgánica para que todos puedan escuchar y ser escuchados: gobernantes nacionales y departamentales, tanto del período anterior como del actual, legisladores, Comités de Base, Coordinadoras, Departamentales, Agrupaciones de Gobierno.

Todos los frenteamplistas podrán participar

Se invitará a los frenteamplistas que han optado por otras formas de organización para que, en las formas y ámbitos que consideren adecuados puedan procesar este debate, comprometiéndose la dirección del FA a recibir y dar curso a las propuestas que hagan llegar.

Se utilizará la página web del Frente Amplio para que los compañeros que opten por esta vía puedan hacer llegar sus opiniones.

La conclusión final, sus resoluciones y recomendaciones, serán adoptadas por el Plenario Nacional del Frente Amplio convocado extraordinariamente para tal fin.

Con el objetivo de ordenar y sistematizar los aportes recibidos, se propone la conformación de una Comisión Especial que presentará su trabajo al Secretariado Ejecutivo y Mesa Política Nacional.

Montevideo, mayo 2010