Comite Allende-Cavani

Justicia y Nueva Palmira - Barrio La comercial - Montevideo - Uruguay

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Miércoles: 19 horas reunión del Plenario de Adherentes.

jueves, 14 de octubre de 2010

MOVIMIENTO CLAVELES ROJOS / Aporte—Autocrítica

MOVIMIENTO CLAVELES ROJOS

ANÁLISIS POLÍTICO DEL COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL SOBRE LOS RESULTADOS ELECTORALES EN LAS PASADAS ELECCIONES DEPARTAMENTALES Y MUNICIPALES

Resulta necesario en primer lugar referirnos a las causas que motivan la necesidad, unánimemente sentida y expresada por todos los frentistas de realizar un análisis profundo sobre los resultados electorales de las últimas elecciones departamentales y municipales que acaban de realizarse

Ello es la consecuencia de lo que se identifica como un resultado adverso en Mayo y claramente distinto del que la fuerza política tuvo en ocasión de las elecciones nacionales apenas seis meses atrás.

Sin perjuicio entonces de que todo resultado puede y debe ser analizado más allá de lo favorable o desfavorable del mismo, parece claro que en este caso debe concentrarse exclusivamente en el último veredicto popular.

Se trata de descifrar el o los mensajes implícitos en dichos resultados y por ello debemos comenzar por leer claramente a estos últimos. No hacerlo, realizando una lectura apresurada de los mismos, nos podría llevar a la tentación de decodificar en los mensajes recibidos, más que lo que la gente intenta decirnos, lo que a alguno de nosotros nos interesa que hubiesen querido decir.

Para empezar proponemos como método la tediosa tarea de observar los números que surgen de los diecinueve escrutinios departamentales y compararlos con los resultados obtenidos por nuestra fuerza política cinco años atrás en similares elecciones.

Luego, hacer lo mismo pero en relación al apoyo que en cada departamento obtuvo nuestro Frente Amplio hace apenas seis meses en ocasión de las últimas elecciones nacionales

Mas adelante parece necesario también comparar los votos obtenidos en cada Municipio por nuestras listas locales con los obtenidos en esos mismos circuitos por nuestras propuestas departamentales.

Como apreciaran estamos descartando el enfoque desde donde perdimos, mantuvimos o ganamos el gobierno departamental. Consideramos que lo prioritario en esta ocasión y lo que a su vez nos permite identificar aciertos y errores propios es, en cada caso, si crecimos, nos estancamos o retrocedimos en el apoyo de la gente.

RESULTADOS COMPARADOS CON LOS VOTOS DEPARTAMENTALES DEL 2005

Montevideo…………….. menos 20% (se mantuvo el gobierno)

Canelones……………… menos 8% (se mantuvo el gobierno)

Treinta y Tres………… menos 3% (se perdió el gobierno)

Paysandú……………… menos 8% (se perdió el gobierno)

Río Negro………………. menos 2%

Soriano…………………. menos 3%

Colonia…………………. menos 5%

San José…………………menos 1%

Durazno…………………menos 10%

Maldonado……………… más 12% (se mantuvo el gobierno)

Rocha…………………….más 10% (se mantuvo el gobierno

Artigas……………………más 30% (se ganó el gobierno)

Salto………………………más 10% (se perdió el gobierno)

Flores……………………..más 40%

Florida……………………más 1% (se perdió el gobierno)

Lavalleja………………….más 60%

Tacuarembó………………más 12%

Cerro Largo………………más 6%

Rivera……………………..más 10%

Como podrá apreciarse de esta lectura los resultados, son absolutamente dispares no permitiendo, por si solos, identificar alguna lógica que pudiera hacer suponer la presencia de causas comunes y externas a la realidad departamental.

Se comprueba que en dos departamentos en los que se voto mejor que hace cinco años (Salto y Florida) no obstante ello, se perdió el gobierno y que en el que se perdieron el 20% de los votos (Montevideo) se mantuvo la primacía del Frente Amplio.

También que hubo comportamientos electorales de abrupto crecimiento (Artigas, Flores y Lavalleja) y en contraposición uno (Montevideo) donde sucedió exactamente lo contrario.

Nos interesa aquí entender lo que en principio pareciera ser ilógico: ¿Por qué en dos departamentos que se creció (Salto y Florida) se perdió el gobierno y porque no estuvo en riesgo la Intendencia de Montevideo a pesar de haber perdido bastante más de 100.000 votos ¿ donde fueron a parar los votos que masivamente se nos fueron en Montevideo?

En Salto la explicación es que se dio una fuga masiva de votos del Partido Nacional, por causas que corresponderá a esa colectividad analizar, y que de los mismos, masivamente fueron detrás de la convocatoria de un joven candidato del Partido Colorado.

En Florida la situación parece ser distinta. Aquí, por un lado aparece un crecimiento para el Frente Amplio muy pequeño (1%) que tal vez no cubra el aumento de nuevos electores. En este departamento podemos afirmar que la situación electoralmente es casi un calco de lo que sucedió cinco años atrás. La diferencia es que en aquella ocasión se dio un empate técnico con el Partido Nacional pero unos pocos votos de diferencia nos resolvieron el pleito a nuestro favor. Ahora el mismo empate se resolvió con una diferencia similar pero a favor del Partido Nacional.

En lo referente a Montevideo la explicación la encontraremos en otro capítulo de este mismo análisis.

En conclusión los números muestran que el Frente Amplio en su convocatoria departamental:

1) Frenó su crecimiento y tuvo un leve retroceso de 1% a 5% en cinco departamentos.

2) Tuvo un retroceso moderado en tres (8% a 10%)

3) Experimento un crecimiento moderado en cinco departamentos (6% a 10%).

4) Creció fuertemente en cinco (12% a 60%)

5) Tuvo una caída estrepitosa en Montevideo (20%)

Ahora veamos que sucede cuando comparamos los mismos resultado electorales pero con los votos obtenidos en las recientes elecciones nacionales de 2009.

RESULTADOS COMPARADO CON LAS ELECCIONES NACIONALES DE 2009

Montevideo.……………..perdió 20%

Canelones……………….perdió 0.4%

Cerro Largo……………..perdió 13%

Rivera……………………perdió 40%

Salto…………………….perdió 19%

Paysandú………………. perdió 10%

Río Negro……………….perdió 14%

Soriano………………….perdió 30%

Colonia………………….perdió 20%

San José…………………perdió 25%

Flores.……………………perdió 25%

Durazno…………………perdió 25%

Tacuarembó……………..perdió 40%

Maldonado………………ganó 13%

Rocha……………………ganó 27%

Treinta y Tres……………ganó 7%

Artigas……………………ganó 20%

Florida……………………ganó 9%

Lavalleja…………………ganó 2%

De una primera simple lectura surge que hay doce departamentos en los que la convocatoria departamental fue significativamente menor que en la nacional de hace seis meses (10% a 40%)

Uno en el que se mantuvo en lo departamental la misma convocatoria nacional de la fuerza política (Canelones)

Uno en el que se confirmó el fuerte crecimiento ya experimentado en lo nacional. (Lavalleja)

Dos mejorando levemente el comportamiento departamental sobre el nacional (Florida y Treinta y Tres)

Tres con fuerte crecimiento departamental en relación al 2009 (Maldonado, Rocha, Artigas)

Como se verá desde este enfoque también se constata una muy variada situación aunque aparece con más fuerza y mayor cantidad los departamentos en los que la convocatoria departamental fue significativamente menor que la nacional.

Pero éste no es el único dato que se puede leer pues al comparar estos datos con los anteriores nos encontramos con que:

Treinta y Tres se voto mejor en lo departamental que en lo nacional (1000 votos más) pero se perdió la intendencia por escasos 300 votos.

Canelones se voto menos en relación al 2005 y al 2009 pero se mantuvo la intendencia

En Maldonado y Rocha se ganó la intendencia porque se voto mucho más que en la nacional. De haberse mantenido la votación del año pasado se hubiesen perdido ambos gobiernos.

Salto si hubiese mantenido la votación de las elecciones nacionales no habría perdido el gobierno departamental y probablemente lo mismo sucedería en Paysandú.

La nota distinta la marca Montevideo donde se perdieron aproximadamente 115.000 votos cuando la ciudadanía juzgo la gestión, la propuesta y la actitud del Frente Amplio para el departamento donde vive el 40% de la población del país y en el que somos gobierno desde hace 20 años.

Estos datos nos van acercando a algunas conclusiones no obstante ello todavía deben tenerse en cuenta otros elementos fundamentales para poder dar respuesta a interrogantes que de lo contrario quedarían sin respuesta.

VOTOS EN BLANCO Y ANULADOS

Esta forma válida de expresión electoral de la ciudadanía tuvo un leve crecimiento a nivel general en dieciocho departamentos pero el mismo fue mucho más importante en Montevideo en donde llegaron sumados ambos a más de 100.000 sufragios, prácticamente la misma cantidad de votos que en el mismo departamento perdió el Frente Amplio, tanto en relación con las elecciones departamentales de cinco años atrás como en relación con las nacionales de hace seis meses.

Aquí aparece entonces una respuesta que explica por que a pesar de la cantidad enorme de votos que perdimos en Montevideo, pudimos mantener sin sobresaltos el gobierno departamental. Esos votantes que decidieron suspender su apoyo a la propuesta departamental de nuestra fuerza política en la capital de la República, no pudieron ser conquistados por ninguno de los otros partidos e hicieron que el voto en blanco o anulado creciera más de 10 puntos en Montevideo.

EL VOTO A LOS ALCALDES Y MUNICIPIOS

No contamos para este análisis con la información necesaria para evaluar detalladamente el comportamiento de los electores en cada uno de los Municipios, de forma de poder cruzarla además con los votos que en cada una de esas mismas localidades tuvieron los respectivos lemas.

No obstante ello algunas cosas parecen claras:

En general en el interior del país existió un buen interés en la elección de los cargos en disputa en el marco del proceso de descentralización iniciado. La cantidad de sufragios a los cargos locales fue igual y en algunos casos superior a los emitidos en las mismas urnas por las candidaturas departamentales.

La aceptación popular que ello refleja tuvo un comportamiento claramente contrario en Montevideo donde, en el caso de los votantes del Frente Amplio, casi el 60% de ellos no puso o anuló el voto local.

Este comportamiento contradictorio y antagónico entre el interior y la capital demuestra la alta aceptación que el proceso descentralizador logro entre los primeros y la indiferencia que provocó en los últimos.

Si bien el comportamiento dispar identificado involucró a todos los partidos, debe llamar particularmente la atención y merece un análisis aparte que esto sucediera en nuestra fuerza política, eterna abanderada de la descentralización.

Ahora bien, a partir de todos los elementos analizados podemos intentar extraer algunas conclusiones primarias

1) En trece departamentos la convocatoria departamental de nuestra fuerza política fue claramente inferior a la nacional de seis meses atrás. No obstante en dos de ellos se logró conservar el gobierno (Montevideo y Canelones). Resulta claro que en estos trece casos no se logro mantener la convocatoria que en esos mismos departamentos tuvo el Frente Amplio en las elecciones nacionales.

2) En seis departamentos sucedió lo contrario y las candidaturas departamentales recogieron más votos que los que seis meses antes se cosecharon en la nacional. Sin embargo en una de ellas perdimos el gobierno (Florida)

3) En siete departamentos el retroceso se da tanto en relación a la votación de similares elecciones en 2005 como a las nacionales del 2009 (Montevideo, Canelones, Paysandú, Río Negro, Soriano, Colonia y Durazno).

4) En cinco departamentos sucedió lo contrario y el crecimiento se tanto en relación al 2005 como al 2009. (Maldonado, Rocha, Artigas, Florida, Lavalleja)

5) En seis departamentos se voto mejor que hace cinco años pero no se pudo mantener el crecimiento obtenido en las nacionales del 2009. (Cerro Largo, Rivera, Salto, San José, Florida y Tacuarembó)

6) En un departamento la votación fue menor que en el 2005 pero mayor que en 2009. (Treinta y Tres)

7) La disparidad de los comportamientos electorales nos demuestra que los mismos están vinculados a variados factores departamentales y que no pueden ser asociados en forma determinante a un comportamiento nacional de nuestra fuerza política.

8) Hay resultados que merecen ser festejados y otros que nos deben llamar a preocupación y no pueden asociarse automáticamente, los primeros con los departamentos donde mantuvimos el gobierno ni los segundos con los que lo perdimos. Montevideo por un lado, Salto y Florida por el otro, son ejemplos claros de ello.

No estamos en condiciones ahora de identificar todas las variadas circunstancias que en cada lugar incidieron para tan dispares resultados. Ello requerirá seguramente enfoques en los que se cuente con la más amplia información, valoración y opinión local.

No obstante ello creemos necesario poner sobre la mesa algunos enfoques sobre hechos y circunstancias que desde nuestro punto de vista deben considerarse.

Consideramos que la comparación válida para evaluar el comportamiento electoral de la fuerza política en las elecciones departamentales, es la que se realiza con los resultados obtenidos en su similar de cinco años atrás.

La elección nacional de 2009, debe tenerse en cuenta como un dato que en la previa nos podría indicar tendencias que luego pueden confirmarse o no dependiendo de circunstancias particulares y distintas en cada caso.

Si así actuamos nos encontramos con que en ocho departamentos votamos menos que en el 2005, en porcentajes de un dígito, mientras en 10 votamos más y en porcentajes que llegan al 30, 40 y 60%

En el departamento restante, Montevideo, la caída tiene otro significado porque es donde vive y vota algo menos de la mitad de la población del país, porque hace veinte años que somos gobierno y porque la caída fue estrepitosa (20%)

Es allí donde está el problema grave, donde debemos poner el centro de nuestra atención y donde seguramente no nos resultará difícil identificar las causas ya que los ciudadanos que nos suspendieron su apoyo, lo hicieron de forma tal que resulta imposible desconocer su mensaje.

Son varias las cosas que en Montevideo sucedieron:

En primer lugar tuvimos una gestión que no conformó a la población del departamento y particularmente a los frentistas. El notorio el deterioro en la limpieza, y el transporte colectivo, una relación con los funcionarios que pone en cuestión la autoridad del gobierno, una visible ineficiencia en los mecanismos de contralor de cumplimiento de las normas vigentes y muy particularmente de la calidad de los servicios a la población, son signos que caracterizaron la pasada administración. Esto y más en el marco de un agotamiento y desprestigio del proceso de descentralización que se lleva a cabo desde hace 20 años y de una conducción de la fuerza política a nivel departamental totalmente intrascendente.

En segundo lugar una forma de resolver la nueva candidatura que no pudo ser más desacertada y despreciativa del valor de las bases y la militancia. Más allá de la altísima consideración que nos merece la compañera Intendenta electa, su candidatura no fue el resultado de un amplio acuerdo rodeado de respaldo y alegría sino de la tristeza de la imposibilidad del mismo.

En tercer lugar una campaña que en lugar de identificar y reconocer los errores y desaciertos, centró su discurso en la orgullosa defensa de lo que hicimos, contrariando a todas luces la necesaria autocrítica reclamada por nuestros propios compañeros.

Consideramos que no es ajena al comportamiento electoral la forma en que el gobierno departamental saliente y la fuerza política encararon al fin de su mandato la inclusión de Montevideo en el nuevo proceso de descentralización.

Efectivamente, si bien la ley que crea los Municipios y la figura del Alcalde no obliga a que en Montevideo tuviera que crearse alguna, el gobierno departamental decidió crear 8 de ellas, en lugar de los 18 centros comunales con los que se inició el proceso de descentralización hace casi 20 años.

En términos reales ello significa un retroceso, más allá del carácter electivo de los integrantes de cada Municipio, pues pasamos de 18 ámbitos a 8 pero además, al incluir cada uno de ellos mucho más población y al duplicar la extensión territorial que abarcan, se contradice el objetivo y desnaturaliza la identidad entre la gente y los gobernantes locales.

Por otro lado, al impulso de algunos sectores de nuestra fuerza política, la ley terminó impidiendo el voto cruzado y de esta forma limitando para todo el país la libertad de elegir. Pero en el caso de los electores del Frente Amplio, la restricción a esa libertad fue prácticamente total. Se resolvió que en cada municipio hubiera una única candidatura frentista y las mismas se definieron por el mecanismo de reparto entre los sectores: aquí de tal sector, aquí de tal otro.

Como podrá apreciarse los frenteamplistas, incluidas las bases y militantes, votaban pero no elegían. Votaban a una candidata a la Intendencia fruto de un desacuerdo acordado y además tenían en cada Municipio una sola hoja de votación fruto de un acuerdo cupular.

Pasó lo que tenía que pasar, a nadie puede llamarle la atención la pérdida de un 20% de los votos obtenidos en Montevideo hace cinco años. A nadie puede llamarle la atención que además el 50% de los que votaron al Frente Amplio no pusieran la hoja con los candidatos a los Municipios

Sin embargo y a pesar de esa conducta crítica y con un fuerte componente de rabia y cansancio esos aproximadamente 115.000 frenteamplistas encontraron la forma inteligente y comprometida de manifestarse: votaron en blanco, no pusieron en riesgo el gobierno, no llevaron su voto a otro partido, lo dejaron, guardado, congelado y a la espera.

En muchos Municipios del interior del país también tuvo un efecto negativo para nuestros intereses, no la ley de descentralización como algunos pretenden, sino la limitación a la libertad del elector que, impulsada por compañeros nuestros, impidió cruzar votos de distintos partidos.

Todos sabemos que nuestra fuerza política ha crecido, hasta ahora, en forma sostenida en el interior del país al influjo del impulso de una gran convocatoria nacional. Sabemos también que ello no significa que a nivel local hayamos podido en todos lados generar liderazgos capaces de enfrentar con éxito a viejos caudillos de los partidos fundacionales que mantienen el arraigo y reconocimiento del buen vecino.

El vínculo, el afecto y la lealtad con el buen vecino juegan, y está bien que jueguen, un papel decisivo a la hora de elegir Alcaldes y Concejales en las pequeñas poblaciones de apenas poco más de 5000 habitantes. Muchos paisanos de esos pueblos tuvieron que optar entre poner su voto al Intendente y Ediles del Frente Amplio o al vecino que querían para Alcalde, aunque perteneciera a otro partido.

Cuando esto discutimos en la fuerza política en el parlamento, el razonamiento de algunos compañeros que impusieron su visión fue exactamente el contrario. Creyeron que obligando a votar gobierno departamental y Municipios de un mismo lema se tenía más posibilidad de ganar alcaldías. Estaban equivocados, entre la lealtad al vecino cercano de todos los días y la lealtad al dirigente de la capital del departamento, optaron por el primero. En lugar de que los votos departamentales arrastraran los municipales sucedió, en muchos casos, lo contrario. Tal vez aquí pueda encontrarse alguna de las explicaciones de las diferencias entre los votos que las encuestas nos daban y los que finalmente tuvimos en varios departamentos del interior

COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL

22 de Junio 2010

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